El gran efecto secundario de desidentificarte de las emociones de supervivencia almacenadas en tu memoria es la liberación de energía en el cuerpo.
DESENGÁNCHATE Y GANA ENERGÍA DISPONIBLE
En cuanto liberas esas emociones asociadas a tu pasado, la energía regresa para que puedas usarla para crear de tu nueva realidad. Algunas de las emociones de supervivencia, a las que puedes estar siendo adicto, son:
- La Inseguridad
- El Odio
- Los Juicios
- El Victimismo
- La Preocupación
- La Culpabilidad
- La Depresión
- La Vergüenza
- El Arrepentimiento
- El Sufrimiento
- La Frustración
- El Miedo
- La Tristeza
- La Aversión
- La Envidia
- La Ira
- El Resentimiento
- La Carencia
IDENTIFICA TU LADO MÁS OSCURO
Si quieres ser libre necesitas identificar primero a qué emociones eres (y has sido) adicto para poder pasar a desmemorizarlas de tu yo y que ya no te limiten más.
Después, identifica tu estado mental, aquello que crees o piensas cuando te sientes así: ¿estabas agobiado, desesperado, susceptible, demasiado cerebral, necesitado de reconocimiento? Cuando tus pensamientos, ideas y emociones dejan de ser inconscientes y les pones atención, rompes las cadenas que te ataban a ellas.
ELIGE UNA EMOCIÓN Y ESCRIBE SOBRE ELLA
Escribe lo que te venga a la cabeza y al cuerpo. Puedes elegir trabajar con una emoción, pero neurológica y químicamente todas las emociones están ligadas.
Por ejemplo, cuando estás enojado, estás frustrado, y cuando estás frustrado, odias; cuando odias, juzgas, tienes envidia, te sientes inseguro; cuando te sientes inseguro eres competitivo, y cuando eres competitivo te sientes egoísta…
Todas estas emociones derivan de las mismas sustancias químicas de supervivencia combinadas que estimulan estados mentales limitadores relacionados con ellas. Me refiero a hormonas de estrés como el cortisol, el glucagón, la prolactina o las tres hormonas sexuales: los estrógenos, la progesterona y la testosterona.
LIBERA TAMBIÉN A LAS PERSONAS
Quizás estás ligado a alguna persona que te recuerda constantemente quién eras, vinculándote emocionalmente a tu yo conocido. Retroalimentando químicamente a tu cuerpo con las sustancias que le son familiares.
Por ejemplo, si odias a alguien, este odio te mantiene ligado emocionalmente a esta persona y refuerza a su vez tu vieja personalidad. Usas a esta persona para seguir siendo adicto al odio.
MEDITA Y VE EN BUSCA DE LA NATURALEZA
Eso te ayudará a vivir alejado del estado de supervivencia al que tu cuerpo se ha hecho adicto, sintiéndote más cerca de tu estado natural de ser.