¿Sabías que los seres humanos nacimos equipados con las herramientas básicas para participar activamente en el diseño de nuestra propia forma de ser? Todos tenemos un espacio de posibilidad para CO-CREARNOS y LOGRAR EL ÉXITO que queremos, Siempre considerando que estamos expuestos a condicionamientos biológicos y naturales, incluso históricos, sociales y también culturales, que nos incluye uno que otro peso “de más” en nuestro Box de herramientas.

El lenguaje tiene una relevancia superior sobre el cuerpo y la emoción, y como explica Rafael Echeverría en su libro“Ontología del lenguaje” el lenguaje es el que da sentido, comprensión o entendimiento; inclusive es con el que podemos reconocer la importancia de las otras dos herramientas (o dominios como los llama él) no lingüísticos: el cuerpo y la emoción.
El lenguaje es lo que hace que los seres humanos seamos los seres particulares que somos. Es a través de él que nos creamos, por eso decimos que es generativo porque cuando hablamos no solo describimos algo, también generamos nuevas realidades que sin el poder que tiene la palabra, no hubiesen sido posibles.
Podemos usar el lenguaje con que hablamos de dos maneras básicas, en forma Descriptiva (explico lo que pasa u observo) y en forma Generativa (hago que las cosas pasen). En la primera, asumimos el rol de narradores del partido que estamos viendo, estamos en la cabina de transmisión relatando los acontecimientos de las observaciones y hechos que vemos en la cancha, dando nuestra opinión de lo que se hace o dejo de hacer… En la segunda somos protagonistas, nos metimos en la cancha como jugadores; haciendo que las cosas pasen, creando resultados a través de pedidos, ofertas, promesas, declaraciones; y en este rol generamos una realidad distinta. (Actos del habla o linguisticos)

Durante nuestra vida tendemos miles de oportunidades de ser “narradores” y muchas más oportunidades de ser “jugadores”. En algunos casos nos será más útil un rol que el otro. Depende de lo que queramos lograr…
Lo esencial acá es comenzar a tomar consciencia cuestionándonos aquello que hoy no nos está sirviendo para llegar a donde queremos. Podríamos entonces comenzar a intervenir observándonos a nosotros mismos sobre la coherencia de estas tres herramientas básicas:
Lenguaje: ¿Qué relato me hago? ¿que historia “me cuento”? ¿que me digo al ir a dormir? ¿cómo me hablo al comenzar el día? ¿celebro mis logros? ¿me felicito? ¿castigo mis errores? ¿soy consiente del poder de mis palabras (conmigo mismo y con otros)? ¿como son mis conversaciones? ¿Descriptivas o generativas?
El Coaching es un proceso conversacional de aprendizaje personalizado, diseñado para que resulte en acción efectiva, mejor desempeño y crecimiento personal de un individuo, según su particular estilo y ritmo de progreso.
El coach ayuda a su coachee a mirar sus tres herramientas y trabajar sobre ellas (cuerpo, emoción y lenguaje). A menudo, los cambios en uno de los tres elementos no logran conservarse, debido a la presión que proviene de los otros dos por mantener la coherencia. Y es que recuerda que los seres humanos somos animales de costumbres, así que el cambio precisa constancia sostenida en el tiempo. Ello obliga muy frecuentemente a intervenir simultáneamente en los tres, para asegurar que las transformaciones producidas en uno de ellos sean coherentes en los otros y finalmente se mantenga.
Estas tres herramientas, nos brindan una oportunidad increíble e infinita. “No solamente puedo construir quien quiero SER sino también es que puedo cambiar mi realidad.